jueves, 19 de marzo de 2009



Sólo el río me salva, tiende a mis pies el reflejo de mi cara y me invita a refugiarme entre sus aguas,
yo que soñè tanto un mar que desconozco, me quedo en la dulzura nueva de este caudal que surge y no se mancha de mentiras vanas ni promesas que esconden las pulsiones màs básicas.
El río profundo y fresco, donde sumerjo mis ideas sin ahogarlas, donde flotan los placeres, el disfrute, el hoy sin distraerse en un mañana.
Sólo el río me salva, me baña, me acaricia, me renueva, despeja mi cabeza de fantasmas, me escucha, se conmueve, da pelea, me obliga a despertar con aguas bravas yluego, sereno acaricia mi cabello mientras me cuenta el cuento de un rey que fue compàs.
Sólo el río me salva de las ganas de rendirme, del deseo incontrolable de ahogarme o escapar, del pasado que una y otra vez se hace presente, de esta maldición trimestral, de mi enferma voluntad, de mis falsos intereses.
El río me lleva en brazos hasta su orilla, toma la distancia precisa para enseñarme a nadar y me permite entrar o salir según preciso.
El río maduro, inteligente, tan diferente a los charcos de lluvia, a los arroyos que se secan con el tiempo, a las lagunas que se pierden entre dunas, el río me espera inmòvil, paciente, llenando de aire mis pulmones, de ganas mis razones, de calma cada parte del alma y de saber la mente.
Me deja iluminarlo con mis claros de luna para hacer entre los dos el refugio perfecto, que nos guarde del dolor y nos ayude a repararnos desde adentro mutuamente.
Sólo el río me salva del ahogo de la soledad y desesperanza y me anima a comenzar de nuevo.


Sólo el río... sin capa

2 comentarios:

  1. Recuerde que el rio no salva, cada quien se salva por si solo.
    Cada uno hace lo que desea..ser orilla, sumergirse en un baño de placer, ser naufrago o dejar el cuerpo inerte en el fondo.
    El rio festeja el reflejo de la luna en sus aguas y disfruta las caricias de su visitas por las noches..

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  2. Eso lo dice usted porque no conoce bien a mi río....si lo conociera como yo, sabría que salva, cura y calma. Mi río no es un río cualquiera tiene la magia de que en se reflejo pueda encontrarme y hasta quererme un poco.

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