lunes, 30 de marzo de 2009

la luna desnuda

La luna sola y brillante va guiando caminos,

sirve iluminando los pasos de otros pero nunca llega a ninguna parte,
mira desde su techo oscuro a veces repleto de estrellas y otras con nubes de humo, como cada quien busca su rumbo y casi siempre lo encuentra,

mientras clavada en el cielo, tan lejos del sol y de la tierra, sueña con bañarse en el río que la refleja.

La luna se muere de frío, llora con gotas de lluvia y se duerme justo cuando llega el dìa.
Escucha desde lo alto como gimen los amantes, como se prometen eternidad los corazones de otros, como cantan desamor quienes se rasgan el alma y como gritan de pasion quienes logran encontrarse.

La luna, testigo muda de las confesiones màs diversas, se prende en la solapa de un poeta para que pueda susurrarle el corazón a la mujer de sus sueños y despuès, vuelve a colocarse en su cuna soñando despierta.
La luna cansada, tan llena de nada, guarda en sus bolsillos otras tantas lunas todas diferentes pero que hacen una y sólo las muestra, cuando se desnuda.


Despedidas...




Las despedidas siempre cuestan, uno se despide de aquello que formò parte por algùn tiempo de su vida e irremediablemente esto envuelve a los afectos y así, una relación, un contrato de trabajo, una viaje, un cambio, una transformación, una elección, hacen que tengamos que abrazarnos por un instante al dolor de saber que aquello conocido que pudo gustarnos o no, ya no va a volver, en realidad cada dìa es un duelo a lo irrepetible, pero cuando nos acostumbramos a determinada rutina, corrernos, para emprender nuevos pasos hace que en un parpadear, casi sin darnos cuenta, internamente deseemos quedarnos donde estamos aunque sepamos que quedarnos signifique morir todos los dìas un poco o lo que es peor, matar nuestros propios sueños. Entonces respiramos hondo, tomamos impulso y decidimos afrontar lo nuevo y cuando eso nuevo no es tan perfecto como lo que anhelamos inmediatamente nuestra mente nos lleva al pasado y nos engañamos diciendo que lo pasado fue mejor, tenemos la capacidad idílica de recordar lo bueno con tanta añoranza que dejamos que aquello no tan bueno caiga en el olvido y esto es muy útil para no volvernos resentidos con la vida pero bastante noscivo cuando nos aleja de la realidad.


A veces la vida se encarga de que varias despedidas, varios finales, varias etapas cumplidas se acoplen en un mismo período de tiempo y parece que el mundo se sacude y todo aquello que fuimos hasta hoy sólo es el punto de partida en el larguísimo viaje hasta llegar a ser quienes realmente debemos ser, ya sea por designo del destino, por mandato divino o por nuestra propia realización personal.


Despedirse es poder plantarse a mitad de camino con la vista hacia adelante y el corazón lleno de momentos, de historias, de experiencia, de recuerdos que nos ayudan a ser quienes somos y aún así tener la fuerzas suficientes para no mirar atràs, para no retroceder.


Cada final trae consigo un punto de partida y como en todo nacimiento existe un parto con dolor, la vida es eso, un contínuo suceder de comienzos y finales y en el mientras tanto uno crece, aprende, conoce, experimenta... en definitiva vive.


En este punto personal de mi vida donde cambio de empleo, donde termino mi carrera y se escapan algunas estrellas de mi cielo coincide una frase de un hasta luego, que nunca llega a ser adiós, porque las puertas literales o del alma quedan abiertas por si acaso algùn dìa se me ocurre regresar. Sin embargo si eso sucediera, aquella no sería quien soy y entonces....no podrìa regresar..., podrìa cambiar gramaticalmente a un "hasta siempre" pero sería muy hípócrita de mi parte porque realmente necesito que determinadas estapas esten cumplidas y entonces elijo el adiós, con el abrazo sentido, con làgrimas de emoción, con palabras de buenos deseos, elijo el punto final a tantos puntos suspensivos de una historia que nunca termina aunque algunas veces cambien los nombres de sus protagonistas. Si sucede que en otro momento coincide que deba transitar el mismo camino que hoy, seguramente buscarè la manera de que mi experiencia previa me ayude a sostenerme, mientras tanto me animo a una nueva etapa, a un nuevo comienzo, a un nuevo beso y quizàs por que no... a un nuevo adiós.

martes, 24 de marzo de 2009

Llevame con vos

Si te pido que me lleves no es para que cargues conmigo, no pretendo dejar de caminar mi propio camino, simplente elijo tu compañía.
No espero que corras a socorrerme, que me subas a tu caballo blanco y me alejes de todo lo conocido, por el contrario a veces ni siquiera es literal mi pedido, y sólo quiero que te quedes conmigo, o mejor dicho... quedarme en vos.
Cada vez que en un susurro
entre dormido te suplico que me lleves, es simplemente porque quiero soñar contigo, los sueños pocas veces son coherentes, transforman la realidad en deseos subconscientes dándonos la maravillosa posibilidad de volar y aquí te presento mis alas.
No pido que me lleves como guía o como brújula, el tiempo en que cada uno tarda en encontrar su norte es el que precisa para crecer y pretender coincidir en cada paso es negarle al otro su propiedad de individuo, sin embargo que me cuentes tu experiencia, que puedas compartir lo que vivo mirándome a relativa distancia, animándome si me caigo o apoyandote en cuando tus piernas se cansan, es la forma en que pretendo que me lleves .
Si pido que me lleves es porque a veces me cuesta ir sola a los lugares que desconozco y entonces a
través de tus palabras puedo descubrir cada sitio, como el país de cuento de un rey que busca desesperadamente la felicidad, o una casa en algún lugar de Italia o un río visto desde un 4º piso, esos lugares a los que me teletransporto con sólo cerrar ojos y a través de tu voz.
Entonces como veràs llevarme es mucho màs facil que cargar conmigo, la próxima vez que te lo pida, no me digas que es imposible, que el tiempo, la distancia, que otro dìa, que ojalà, decime que sí, sostenè mi mano diciendo vamos o en todo caso, cuando vos quieras.... te llevo yo.



lunes, 23 de marzo de 2009


Cuando escribo, el Dios en el que no creo me susurra al oído que existe, las voces confusas que discuten abiertamente sobre el intercambio estudiantil de mis personalidades internas se callan y dan paso la voz màs exacta, màs sublime, màs inconfundible de esa Yomisma que habita en el centro de mi y no es màs que mi propia esencia. Cuando escribo derribo los fantasmas, aclaro las ideas, beso en la frente o en la pera y abrazo a las ilusiones que pasan. Cuando escribo soy Princesa de cuento, analista, socióloga, comediante, dramaturga, demandante, permisiva, Impulsiva o cursi, y todo eso es parte de lo que soy, cuando miro, cuando toco o cuando digo. Cuando escribo todo se hace posible, puedo decir aquello que mis labios por educación, temor o vergüenza se callan y camino los senderos escondidos de mi mente que me llevan a mil mundos nuevos. Me sorprendo de mì misma muchas veces, como si poder ponerles signos a los pensamientos y transformarlos en significados fuera mi propia manera de practicar alquimia. Cuando logro el contacto, en el preciso instante en el que dos mundos paralelos se captan e identifican y mi voz trasciende el papel para tocar el alma de alguien màs y logra entenderme, incluso entenderse a traves de lo que escribo, entonces no existe en mi universo lugar para la soledad, porque la soledad es justamente no poder comunicarse con nadie especialmente con uno mismo y evidentemente aunque muchas veces me olvido... yo puedo. Aunque vos digas que algo màs habla a traves de mi.....


domingo, 22 de marzo de 2009

Sentada en la Orilla


Entre la dicotomica necesidad de realismo, distante a la hora de creer en que todo està escrito, dispuesta a desbaratar cualquier argumento que me considere un nùmero o un signo, defendiendo mi individualidad sobre todas las cosas, llamando a las cosas por su nombre y exigièndo apócope al propio, con mi lògica ensayada, mi psicologìa de paso, mi filosofìa prestada y mi inseguridad reinante me presento en tu vida sin pedir permiso, invado tus silencios con mi verborragia, te cuento de mi mundo complicado, carente de espacios, repleto de gente, atrapo tus aguas calmas en mis remolinos de impulsos y por un rato se vuelve un maremoto mutuamente incontrolable. Bebo tu serenidad de un sorbo, me alojo en tus pensamientos y te prestos los mìos, reticente a la idea de no formar con tu voz castillos en el aire, le pinto ventanas al alma y anido mariposas transparentes en el pecho. Con la certeza aprehendida de que todo se termina, guardo cada palabra en mi cofre de tesoros justo encima de los miedos y fracasos, quizàs algùn dìa me sorprenda recolectando aciertos, mañana dirá el camino donde nos llevan los pasos, este hoy me pertenece y si querès... lo comparto. Que sea lo que deba ser y el tiempo que sea preciso...mientras reflejo mi ser sentada en tu orilla de Río.

Me voy de vos, me llevo mis sueños en cajita, me guardo los besos en el cajón del alma,
me voy silbando bajito como quien no quiere la cosa, me voy cansada de tanta ausencia,
de tanto abuso a mi paciencia, con el orgullo marchito y la dignidad renga, me escapo de tu indiferencia.
Me voy de vos, me corro de la amenaza a mi cordura, del silencio que desespera, de las caricias que se borran con el tiempo, de tus ojos mirando otro horizonte, me voy saltando charquitos para no mojar mis pasos con làgrimas, me voy regalandole a la vida una sonrisa, porque aunque ya fue, sucedió y con eso basta.
Me voy de vos, tacho mi nombre de tu lista de conquistas y borro el tuyo entre mis notas de fracasos, poque sabemos que hemos sido màs que eso.
Quizàs en otra vida, quizàs mañana, quien te dice en este mismo presente pero en otro plano, sea real nuestra casita blanca.
Me quedo con la gente que me elige, que se queda amontonada en mis abrazos, que se rìe de mis gestos y me dice, que algo mejor me espera en algùn lugar.
Me voy de vos, me despido con un beso en la frente, te libero del eco de lo que siento y deposito mi cariño en otra parte.... quizàs hasta se quede conmigo.


Odisea


Detràs de los besos que me invento, su boca burlando mis recuerdos,
el olvido de su última caricia, la desmemoriada imagen de su cuerpo,
el por qué resonante en cada eco que se repite una y otra vez
mi cuento de Penèlope estancado tejiendo en una espera inùtil
y destejiendose la vida a medida que pasa el tiempo.

Detràs de cada uno de mis logros, la bùsqueda perpetua del olvido
saber que puedo màs allà de todo y que hasta el àrbol màs torcido muere erguido,
así si caigo no harè màs que levantarme, limpiarme el polvo y empezar de nuevo.
Mi sueño de princesa abandonado duerme la siesta en el vacío de su ausencia.
Y se marchitan las rosas que un pasado encrustando las espinas en mi esencia

Detràs de cada ilusión nueva, de cada espejo que encuentro en otros ojos
revolotean las mariposas escondidas el dìa que entendì que no vendrìa
a veces me resigno, pierdo fuerzas, mi dignidad canta las notas en silencio
de esa canción quiero volver volver volver.... despierto envuelta entre sudor y llanto
miro el hueco de mi cama y de mi pecho y recuerdo que yo tambièn se perder...

15 de marzo del 2009

jueves, 19 de marzo de 2009



Sólo el río me salva, tiende a mis pies el reflejo de mi cara y me invita a refugiarme entre sus aguas,
yo que soñè tanto un mar que desconozco, me quedo en la dulzura nueva de este caudal que surge y no se mancha de mentiras vanas ni promesas que esconden las pulsiones màs básicas.
El río profundo y fresco, donde sumerjo mis ideas sin ahogarlas, donde flotan los placeres, el disfrute, el hoy sin distraerse en un mañana.
Sólo el río me salva, me baña, me acaricia, me renueva, despeja mi cabeza de fantasmas, me escucha, se conmueve, da pelea, me obliga a despertar con aguas bravas yluego, sereno acaricia mi cabello mientras me cuenta el cuento de un rey que fue compàs.
Sólo el río me salva de las ganas de rendirme, del deseo incontrolable de ahogarme o escapar, del pasado que una y otra vez se hace presente, de esta maldición trimestral, de mi enferma voluntad, de mis falsos intereses.
El río me lleva en brazos hasta su orilla, toma la distancia precisa para enseñarme a nadar y me permite entrar o salir según preciso.
El río maduro, inteligente, tan diferente a los charcos de lluvia, a los arroyos que se secan con el tiempo, a las lagunas que se pierden entre dunas, el río me espera inmòvil, paciente, llenando de aire mis pulmones, de ganas mis razones, de calma cada parte del alma y de saber la mente.
Me deja iluminarlo con mis claros de luna para hacer entre los dos el refugio perfecto, que nos guarde del dolor y nos ayude a repararnos desde adentro mutuamente.
Sólo el río me salva del ahogo de la soledad y desesperanza y me anima a comenzar de nuevo.


Sólo el río... sin capa

Se dice de Mì


Nunca estuve de acuerdo con la etiquetas impuestas, a medida que los años pasan me declaro en guerra con las sentencias prejuiciosas de algunas partes chatas de la sociedad (que a veces en un pueblo sobran) que se adueñan del concepto de lo normal o anormal a antojo y semejanza, y así frases como: Si le pega algo habrá hecho, se fue con otra pobrecita, está loca, es un idiota, un revolucionario, un payaso, un facho, una cornuda, un pu... etc etc....
Parece que muchas veces la gente necesita encasillar a otra gente, diferenciarla con distintos colores para pintar un cuadro superfluo y colgarlo enmarcado en cinismo en los clavos del paredon de fusilamiento.
Durante mucho tiempo me rodee de amigas "normales" (que aún conservo claro) que provenian de familias normales, y estudiaron normalmente para conseguir sus normales trabajos y formar sus normales familias.
Siempre me sentí un bicho "anormal", en principio necesitaba correrme de "la normalidad" entonces salteé estapas, cambié religiones, me enamorè y defendì el sentimiento con uñas y dientes, cuando lo normal indicaba que era demasiado pronto para dejar las muñecas (nadie me preguntó por qué no jugaba con muñecas). Y acenté mi anormalidad estudiando una carrera que me permitía jugar, (nadie me preguntó por qué quería estudiar maestra jardinera) y jugué, canté fuerte en el medio de la calle con 60 enanos que repetian mi canto, y me di el lujo de ser maquinita en todos los trenes, de jugar con masa, de llenarme de besos y abrazos con gusto a dulce o a mocos alternativamente.
En esa època estaba convencida de que una actitud podría cambiar la vida de la gente, y entonces en plena ruta sacaba medio cuerpo por la ventanilla de la traffic que me llevaba al instituto terciario y saludaba a los camioneros que obviamente se prendìan a las bocinas contestando el saludo, ante la mirada incrèdula de mis compañeras que me decìan - estàs loca!!! son las 5 de la mañana estás embarazada! quedate quieta! (nadie me preguntò por que necesitaba sacar la cabeza afuera de la ventanilla ) hasta que gracias a la perseverancia en el último mes de estudio eramos 8 las que sacabamos el cuerpo a las 5 de la mañana. Anormalmente pagué boletos de colectivo con caramelos y viajè descalza y fui mamà a los 19, claro que intentando ser normal me casè antes.
Fui normal un tiempo dejè de salir y me puse pijamas, hice mamaderas, cambiè pañales, planchè la ropa, me callè, guardé mis sueños en una cajita y fui lo que tenìa que ser segùn la normalidad indicada.... hasta que mi normalidad fue cambiada por una anormalidad que tenìa un nombre diferente al mìo y vivìa en otra ciudad....
Anormalmente me separé haciendo todo lo contrario a lo que se hace normalmente... especialmente amando.
Después de la noche que me llevò màs de una anormalidad, llega el dìa y camino descalza y con lluvia,tengo tantos amigos que no puedo contarlos, duermo poco y a deshoras, busco desesperadamente, (nadie me preguntó que busco)y me arrimo cada vez màs a los impulsos, probablemente a las equivocaciones, definitivamente a las "anormalidades" que me hacen pensar que soy mucho màs que un patrón preestablecido que un dìa se animo a enjuiciarme y por suerte no puede encasillarme, porque la anormalidad que elijo... no tiene un nombre, màs que MELINA.



No sos vos... ni yo

No es tuya la voz que grita del otro lado del auricular del telèfono, seguramente no sos vos, algún ser maligno y diabòlico se apoderó de tu razòn haciendo que me insultes cada vez que me escuchàs, golpeando fuerte y bajo recitando un discurso conocido de palabras que me hubiese encantado no escuchar jamàs, de adjetivos calificativos ruines y desdeñosos que no dicen nada nuevo. No existe una manera benèvola de decir "no te quiero màs" pero tu retórica me enseñò las muchas y diversas de decir te odio. Definitivamente no podès ser vos, me niego a creer que del amor al odio hay un paso tan corto y si no fue amor? qué importa? así haya sido una cariño desmedido, no fue hace tanto, ni tan malo como para inventar una patética historia de desacuerdos maritales que hace parecer de Disney a Atracción Fatal. Y el Ruido de Sabina reemplaza a nos dieron las diez, el llanto al abrazo, el golpe al deseo y entonces quizàs esta que responde de este lado del telèfono, tampoco sea yo, quizàs sea un ser diabòlico y maligno que se apoderó de mì, y me hace decir cosas que jamàs hubiese pensado o querido. Entonces puede ser que seamos dos desconocidos y quizàs sólo quizàs.. eso nos salva.

LIQUIDACIÓN




Vendo soledades concurridas
llenas de gente que entra y sale de mi pecho,

de voces que se pierden en recuerdos,
de necesidades ajenas postergando las propias,
de favores que se hacen porque sí,
de favores que no pido porque no...
Vendo soledades recurrentes, que invaden las almohadas de mi cama,
que llenan de vacìos mis espacios, que buscan màs allà de las miradas..
Vendo soledades que aparecen en las noches de lluvia en mi ventana,
los domingos por la tarde algunas veces,
en el eco de mis pasos en la sala..
Vendo soledades en oferta
dos por una si te gusta y las regalo,
en las cartas que escribo y que no mando,

en los besos y caricias que me guardo...

Compro los abrazos que te queden,
las sonrisas que me faltan, los sueños que se perdieron...
Compro voluntades predispuestas, compromisos de por vida, ilusiones provisorias...

Permuto y esta es mi última oferta lo que soy tengo y precises por aquello que te sobra...


Mi VIDA




Tengo una vida y lo confieso, tengo una vida mìa, propia, que me pertenece por designio y herencia, por elecciòn y accidente, tengo una vida llena de pros y con algunas contras en la que zigzaguean sonrisas y làgrimas sin pedir permiso alguno. Soy conciente absoluta de que existo, de que mi ser es. Puedo elegir levantarme y peinarme y mirarme al espejo y decirme HOY SI! o puedo quedarme abrazando al morfeo inexistente que acompaña mis noches, yo elijo y nadie màs puede hacerlo por mì. Tengo una vida aunque la tristeza se cuele por los agujeros del alma y me traiga recuerdos que parecen fantasmas... y duelen. Emparcho la soledad con compañias que elijo y cantos que acompañan, con besos prestados con abrazos nuevos, con días de sol o lluvia no importa, aùn asì mi vida es mía. Me declaro culpable absoluta y no pido absoluciòn alguna, que me juzguen y condenen no me importa porque mi vida es mìa, y me la invento, sin èl que es sòlo dueño de una etapa, sin vos que estàs buscandome un sentido, y aùn con cada uno, mi vida es mìa y el resto me acompaña. La cargo, la defiendo, la libero, le busco la misiòn a cada paso, le escapo, la disfruto y me reniego, me escondo, me sorprendo y me revelo. Invento un verbo imperativo nuevo, en el que la primera persona puede mandarse asì misma y me ordeno, me obligo, me exijo, VIVIR MI VIDA porque lo merezco.