domingo, 22 de marzo de 2009

Sentada en la Orilla


Entre la dicotomica necesidad de realismo, distante a la hora de creer en que todo està escrito, dispuesta a desbaratar cualquier argumento que me considere un nùmero o un signo, defendiendo mi individualidad sobre todas las cosas, llamando a las cosas por su nombre y exigièndo apócope al propio, con mi lògica ensayada, mi psicologìa de paso, mi filosofìa prestada y mi inseguridad reinante me presento en tu vida sin pedir permiso, invado tus silencios con mi verborragia, te cuento de mi mundo complicado, carente de espacios, repleto de gente, atrapo tus aguas calmas en mis remolinos de impulsos y por un rato se vuelve un maremoto mutuamente incontrolable. Bebo tu serenidad de un sorbo, me alojo en tus pensamientos y te prestos los mìos, reticente a la idea de no formar con tu voz castillos en el aire, le pinto ventanas al alma y anido mariposas transparentes en el pecho. Con la certeza aprehendida de que todo se termina, guardo cada palabra en mi cofre de tesoros justo encima de los miedos y fracasos, quizàs algùn dìa me sorprenda recolectando aciertos, mañana dirá el camino donde nos llevan los pasos, este hoy me pertenece y si querès... lo comparto. Que sea lo que deba ser y el tiempo que sea preciso...mientras reflejo mi ser sentada en tu orilla de Río.

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