sábado, 27 de junio de 2009

No hay caso

No hay caso,
no arranco de mis venas la sangre infectada con mis ganas de vos
Màs allà de los cambios de luna y los soles que pasan,
un pedazo de mi alma se cuela en tu nombre
y te sigue llamando con cualquier pretexto,
con el ùnico propósito de sentirte menos lejos

No hay caso,
en el màs inesperado momento me derriba el recuerdo de tus besos
y preso de mis dientes sucumbe el deseo machacado en mi labio inferior,
a esta altura y despuès de tanto tiempo,
no sè si realmente te extraño o me excuso en tu ausencia
y pienso, que en cada ocaso distinto siempre se va el mismo sol.


1 comentario:

  1. Muy bueno!! Me gusta el final. Siempre es el mismo sol. Los que cambiamos somos nosotrso debajo, nuestra sombra cambia también.

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