no arranco de mis venas la sangre infectada con mis ganas de vos
Màs allà de los cambios de luna y los soles que pasan,
un pedazo de mi alma se cuela en tu nombre
y te sigue llamando con cualquier pretexto,
con el ùnico propósito de sentirte menos lejos
No hay caso,
en el màs inesperado momento me derriba el recuerdo de tus besos
y preso de mis dientes sucumbe el deseo machacado en mi labio inferior,
a esta altura y despuès de tanto tiempo,
no sè si realmente te extraño o me excuso en tu ausencia
y pienso, que en cada ocaso distinto siempre se va el mismo sol.

Muy bueno!! Me gusta el final. Siempre es el mismo sol. Los que cambiamos somos nosotrso debajo, nuestra sombra cambia también.
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