jueves, 2 de abril de 2009

Mi alma


A veces el alma se acalambra, se encoje se comprime, se desinfla,
pide socorro a media voz y se anuda en la garganta,
a veces no respira, se afixia y resucita solo ante la presencia de un abrazo y entonces...
el alma habla, se prende al corazón del otro, palpita de emoción y se suelta en un suspiro.
A veces el alma se escapa, se funde en otro cuerpo se hace de otro, tiembla del miedo de perderse y se pierde inevitablemente, solo se encuentra al mirar el propio reflejo de sus ojos.
a veces se confunde, se ilusiona, pinta un arcoiris de acuarelas y se mancha....
A veces el alma se cansa, grita desesperadamente basta y se duerme llorando abrazada a la almohada.
A veces el alma se divierte y juega a disfrazarse de otras almas, a veces se enmudese, se retuerse, se aturde con mil voces, se desangra.
A veces el alma se equivoca, tropieza, se y se levanta
entonces simplemente se contiene, se detiene, toma aire y descansa.

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