Con el tiempo ya ves, aprendì a respetar las distancias,
dejè existir el silencio y obediente a los mandatos de mi esencia me dejo fluir.
Ya no te busco desesperada debajo de las piedras,
ni grito tu nombre en cada rincón para que el eco te atraviese.
Con el tiempo entendì que asì como se esconde el sol,
necesitàs tu propio atardecer y renacer un dìa cualquiera.
Sigo siendo admiradora de tu risa, amiga de tus momentos mas confusos,
sigo invadida de ternura , prendida en la brisa de tu mùsica que cura.
Con el tiempo ya ves, ahorro despedidas, me abrazo a los sueños
y dejo los recuerdos llenos de quizàs, en el costado izquierdo de mi alma.
Disfruto el presente, incluso hoy cuando aparecès sin previo aviso,
y te invito una vez màs acompañarme y me ofrezco acompañarte si es preciso.
sábado, 16 de enero de 2010
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Hola! Muy bueno. Me gustó mucho.
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