martes, 3 de febrero de 2015

4 de Octubre 2014



Cumple 99.-                                                             

La nona cumple 99, dos semanas antes pregunté cómo íbamos a festejar y nadie había pensado en nada, un cúmulo de problemas familiares nos habían invadido. La nona se mudó un tiempo a casa de mamá,  cada uno de nosotros va y viene, apurados, cansados, siempre con cosas para hacer, y ella está siempre en el mismo lugar,  sentada en la mesa tejiendo. Ella ve en cada visita un rayo de luz, y nosotros no vemos, o vemos poco no sé. Todos apurados, preocupados, ocupados, y ella pide que repitamos lento y en voz alta la última palabra porque escucha poco.
El 4 de Octubre estamos todos alrededor de la mesa, somos como 30, mis tías, mis primos y los hijos de mis primos, mi mamá, mis hermanos, mi hijo, nuestras parejas.  Todos ahí pasándonos las copas y bromeando, si hay algo que tiene mi abuela es buen humor así que nos reta porque no fuimos a horario a peinarla y hacerle las manos.
Finalmente estamos todos ahí, porque ella nos sopló rodillas, masajeó pies, nos leyó cuentos inventados e hizo tortas fritas  cada vez que lo pedimos, nunca le preguntamos si tenía tiempo.
 Todos tenemos la sensación de ser los preferidos de la nona, yo creo firmemente que los soy, tenemos una complicidad particular, un contrato de confidencialidad.
  Todos nos miramos en algún momento y bajamos la mirada, porque estamos ahí disfrutandola, amandola y en el momento de soplar la vela bromea, -qué macana, antes invertía los números y salía ganando, pero 99 siempre es 99. -Mi hermano menor lo convierte en un 66 y nos reímos,  cantamos el feliz cumple, los más chicos ayudan a soplar las vela que se prende una y otra vez.
El más chiquito de la familia, mi sobrino de dos años, recita la parte del cuento que más le gusta, -Soplaré soplaré y la casa derribaré. -
Estamos todos ahí sacando fotos, repartiendo copas y soplando, soplando fuerte no sólo para festejar la vida, sino en un intento implícito y conjunto de derribar la muerte o por lo menos de espantarla. Pero el humor ácido en mi familia es un mecanismo de defensa y entonces mi hermano, el del medio tira,  Celina el año que viene tenemos que bailar el bals eh.. así que andá practicando, no te hagas la viva..... y mi abuela responde, “no me hago, estoy viva y con petisos no bailo “ ;)

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