Ése momento en que tus palabras y las mìas son parte de una misma historia,
en donde se cierra nuestra burbuja y nadie màs entra,
no existe tiempo, ni excusa sòlo un montón de sueños marchitos,
una mentira casi piadosa y tantas verdades, que ya dejamos de enumerarlas.
Ése momento en donde podemos abrazar la soledad y la desesperación
porque es lo ùnico que sostienen nuestros brazos
y de aire se vuelven tu cuerpo y el mìo, tan hetèreos como inalcanzables.
No hay cercanìa posible entre nuestra razòn y sentimento,
te vas balbuceando utopías, me quedo soportando Realidades.
Ése momento en el que me duelen las alas cortadas, el paso estancado, la frente marchita ,el alma vencida de tanto esperar en vano y vos, harto de càrceles y cadenas evocas mi nombre con la seguridad de que te escucho en donde quiera que estè.
Y me llega tu voz, un gemido casi imperceptible de resignación que muchas veces confundì con mi propio eco.
Ése momento en el que nos damos por vencidos y miramos al techo esperando que se caiga de una vez por todas y entre escombros resurja un rayo de sol que finalmente nos encuentre, no como carne y pasión desenfrenada sino como partes de un todo que finalmente deciden ser uno, màs allà de este plano cruel y tangible.
Èse momento en que mi cordura resbala, donde respirar me duele, donde vivir se complica y me quedo sin fuerzas,
sin ganas,
y sin vos,
sobre todas las cosas.-
lunes, 6 de septiembre de 2010
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