Un dìa es igual al otro desde que me empeño en hacerlo diferente,
14 planes todos redundantes, las mismas calles, la misma gente,
seres anónimos e indiferentes y yo tan nominal, tan vulnerable,
tan similar al resto de esa gente...
la rutina se empeña en abrumar el ùltimo atisbo de entusiasmo
y parecen mil una, aunque sean diez,
las noches que se quedan mis sueños sin soñar,los ojos que se niegan a dormir...
No lava la lluvia los nombres que recuerdo y susurra el viento las voces que se callan,
entre borrosas nubes pasa el tiempo y mi coherencia resigna la batalla.
No me atraviesan las flechas de cupido,no viene eros en un caballo blanco,
no me sostiene este morfeo manco y un sin sentido le gana a mis sentidos.
Me cuelgo una sonrisa de mentira,escondo el mal humor en los bolsillos,
me pierdo en los caminos de la ira,cuestiono, puteo, me arrodillo,
no encuentro respuestas, no hay excusas,
falta envido con 30 espadas que se clavan en el pecho y en la mente,
al truco de este Dios ausente,que se queda con el ancho que preciso.
El enigma inexistente de un mañana predecible se adivina en este hoy igual que ayer,
como si cada vez amaneciera el mismo dìa.
No es que le falte color a mi retina,no es que me impregne en hondo pesimismo,
no es que reniegue contra la misma vida,
es que en el viaje que anuncia la partida,el asiento de al lado va vacìo
y el fantasma charlatàn de lo que ha sido, se empeña en afirmar que ése es su sitio.
miércoles, 21 de octubre de 2009
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Mmm... La maleza de la soledad, que difícil es sacarla.
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